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Hoy es el día del Deepawali 2018, en este año Año de la Luz tan especial.
En este momento, yo siento que de la forma en que nos movemos en el Kaliyuga, o era de la tecnología, necesitamos urgentemente poner fin a toda la oscuridad y permitir que la nueva Era Dorada o Sathyuga comience.
Ahora, nuestro objetivo para ayudar a la humanidad a sobrevivir, es tejer juntos nuestros mejores sueños. Pensemos en el Amor incondicional, en la Paz y en la Armonía.
Pienso que ahora tenemos la más larga y profunda colección de sueños humanos que nos han llevado a la evolución y han determinado los movimientos y giros de la historia.
Cada un@ de los maestr@s que han aparecido alguna vez en la Tierra han encarnado esta posibilidad y han dado vida nueva al sueño.
Lentamente la humanidad está llegando a encontrar su destino hacia la Luz.
Como ejemplos pienso en Gandhi, Mandela y Martin Luther King.
Yo creo que el amanecer Dorado va a traer pronto un nuevo despertar.
Al estar rodeados del materialismo más extremo, y además con tanta información electrónica, el ser humano se ha convertido en víctima.
La información llega a cualquier parte del mundo al instante. Es una revolución enorme, podría ser para bien, pero es también un gran peligro.
Estamos ahora en un momento en el que tenemos que ser muy sabios y responsables y estar muy atentos porque nos lo estamos jugando todo.
El Vedanta nos dice “la ciencia se acerca al misticismo y la sicología se integra en la metafísica”.
Esto me hace pensar en el emperador Ashoka, en la India, cuando observaba las pérdidas que trajo la guerra de Kalinga, el se estremeció hasta la profundidad de su ser. Esto representa uno de los más famosos puntos de inflexión de la historia, y Kalinga es todavía una metáfora para el dolor que puede llegar a costar una guerra, incluso en la victoria. El camino que Ashoka emprendió después de la guerra se ha convertido en otro punto de inflexión: él limpió todo el país, plantó una gran cantidad de árboles, él creó jardines para que todo el mundo pudiese disfrutarlos, él inventó el Ashoka chakra, que trae justicia para todos los seres humanos. Escuchó a toda la gente de su reino, el trajo literalmente el amor, la paz y la armonía a la India durante su reinado.
También recuerdo al príncipe Siddhartha de la India, que el ver un cadáver y un anciano enfermo, le llevó a su búsqueda de la verdad y finalmente su iluminación como Buda.
Estos dos sucesos que causaron estos puntos de inflexión no son únicos; muchas guerras se han luchado antes y después de Kalinga y todos nosotr@s hemos visto gente enferma y cadáveres.
¿Cómo es posible que después de haber visto las cosas terribles que están pasando no hayan provocado un punto de inflexión o un gran cambio ahora mismo?
Tenemos que escoger bien desde la conciencia individual y colectiva.
Todo esto me hace pensar en mi propia vida. Yo vengo de una familia muy ortodoxa y tradicional y se me enseñó que el sistema de castas es muy importante y que nosotr@s éramos superiores a los demás. Mi abuela me hacía un paquete con la comida y siempre me daba las instrucciones de que era sólo para mi y que tenía que comerla solamente junto a mis compañeras.
Un día, cuando tenía ocho años, decidí romper la promesa y me junté a un grupo de seis niñas que se quedaban lejos porque eran “intocables”. Me senté con ellas y les dije que probaran mi comida. Se quedaron en shock, dos de ellas se escaparon y las otras me dijeron: “por favor no hagas esto, si te tocamos, o si nos das tu comida algo malo te sucederá. Dios te castigará.”. Yo simplemente les dije: vamos a experimentar durante cuatro semanas. Lo hicimos y no pasó nada, nos hicimos amigas y les ayudé con las matemáticas y la ciencia.
Las noticias llegaron pronto a mi casa, a mi tradicional familia y a mi barrio.
Estaban enfadad@s y tenían mucha vergüenza, y mi abuela me castigó tirando sobre mí agua helada del pozo para purificarme. Yo mantuve mi fe en Dios y repetí Om Namo Narayana, por favor protégenos y protege también a los intocables. Discutí con mi familia diciendo que todos somos iguales y que el sistema de castas era sólo una conveniencia para conseguir sirvientes.
Mis palabras se hicieron realidad y el sistema de castas hoy en día ya no existe, excepto en pueblos remotos.
Yo pienso que si confiamos en nuestra fuerza interior podemos hacer que las cosas mejoren en nuestra sociedad.
En conclusión, lo que realmente necesitamos ahora es un gran cambio en el sistema, en nuestros pensamientos, especialmente en relación a todo lo que está pasando en el mundo. Las guerra deben de acabarse, tenemos que respetar a nuestro planeta, y tenemos que cuidar de todos los seres vivos, especialmente de los más débiles que han tenido que huir por la guerra o el hambre.
Ahora es el momento de que repensemos todo y replanteemos nuestro rol como humanidad. ¿qué mundo vamos a dejar a nuestros hij@s?
Seamos un ejemplo y realmente pidamos, ya que este es el Año de la Luz, que la luz dorada entre en tod@s nosotr@s, en cada una de nuestras células y memorias y nos sane a nosotr@s y a nuestro querido planeta Tierra.
Así con nuestros mejores sueños haremos realidad esta Era Dorada con amor, paz, armonía y bienestar con comida, agua, vestidos y cobijo para todo@s.
Estemos con el Amor. Cultivemos las VIRTUDES. La virtudes son estas cualidades en nosotros que brillan con la luz del dharma y de la verdad. Esta práctica se basa en la idea de que la verdad está ya presente en toda su plenitud.
Cultivando estas virtudes – tal como la amabilidad o la valentía, el perdonar y el estar agradecid@ – nosotr@s permitimos que emerja nuestra verdadera naturaleza. Haciendo esto, entramos en una situación de “ganar – ganar”.
Nosotr@s ganamos porque el poder de estas cualidades eventualmente domina. Gradualmente la luz gana y predomina sobre nuestras tendencias egoístas más habituales.
El mundo a nuestro alrededor también gana y es un lugar mejor.
Cuando somos más amables, el mundo en el que vivimos se vuelve más amable.
Es sencillo pero muy elevado: “Sé el cambio que quieres ver”.
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